sábado, 19 de febrero de 2011

Encefalograma

Odiando mi cabeza,

Cuando es una amalgama de ideas que se cruzan y se mezclan.

En imágenes que aborrezco, por que me ahogan en tristeza,

¿Será que ya es muy tarde?

Estoy maldiciendo mi presente,

En cada hemisferio puse una parte de mi cuerpo,

Y el camino no va a unirse,

Tal vez nunca sabré donde poner mis pies.

Estoy apostando sin respaldo.

De espaldas a un abismo de oscuras fauces,

Esperando el último empujón,

Aunque saltar no parece tan descabellado.

Odiando a mi cabeza,

Me muevo desenfrenadamente a la nada,

Me estrello, me golpeo, inmolando a mí animo,

¿He crucificado mi ser a una utopia?

Mareado en los aposentos del destino.

Con abulia en mi alma, dueño de sórdidos anhelos,

Deseos mezquinos, de apagar la luz,

Ansia asesina por cerrar el libro.

domingo, 6 de febrero de 2011

Valor

Si salgo a cabalgar en la verdad,

Sobre tu muro deberé pasar,

Es obvio que me querrás voltear,

Con manejos de medusa celestial,

Si me sofoco me vas a enredar,

Con mentiras de agrio paladar,

Jaque al rey en tu reino cerebral,

Cortando los hilos dorados de tu deidad.

Esquivo idilios, de tu mente enferma,

Anclo mi ira, dejo tu tierra,

Si sale a mi paso el plan de olvidar,

El tiempo agotado en tanto esperar,

Perjuro que me volveré a bautizar,

En aguas que me alejen de tu mal.

Si salgo a cabalgar en la verdad,

Sobre tu muro deberé pasar.

Y esquivo idilios,

Corto la mecha,

Del odio infame, que representas,

Levanto vuelo, izo las velas,

Tú peor rival, mi indiferencia, que hace mella, a tu resistencia,

Hecha del miedo, de todo el que te rodea,

Si salgo a cabalgar en la verdad

Será un minuto en que,

Se esfume la parodia,

Del cruento poder que representas.

Tellus

Gira como un pequeño círculo a través del cielo azul,

En pos de acaparar la luz del sol,

Deja un cerco de estela celestial, cada vez que se posa,

Opaca con su soberbia belleza, embeleza, con su delicadeza.

Despierta el respirar de las rocas,

Las llena de vida, las orna de rosa,

Dibuja la imagen de un ángel,

Agita corazones, enfurece a las diosas.

Es un amanecer dorado, de cuadros olvidados,

Un despertar que alegra, un son que despierta,

Maravillado, hace sucumbir al tedio,

Y absorbe la monotonía, del ser mas agobiado.

Tu sonrisa, embeleza, despierta,

Agita, llena de vida y orna,

Tu sonrisa se enquista los ojos,

Avasalla soledades,

Tu sonrisa es dueña, de todas mis debilidades.

Oz el mago

Dicen que la galera derrochó su magia, apagándose entre falsos gritos, y alguna que otra queja.

Cuentan que al despertar, él, azotó con furia las recetas, esas que tanto habían asombrado a otros ojos.

Creen que el tiempo sacudió su agonía, despertándole temores que, suponía muertos, por qué cada función suele alimentarse de un poco de ego, aún cuando la caña penda de un hilo y las banderas estén muy altas.

Intentaron explicar el ocaso, tan inmediatamente al amanecer, que la luz fue desechada, apagados los aplausos al final de la comedia, el repiqueteo de las palmas siempre pareció escaso.

Los recuerdos que se desanudan en alguna mente, y echan a andar estas tristes anécdotas.

Tal vez, solo fue el mejor truco de una función gris, develado por el parco público de algún otoño.

¿Habrá la galera derrochado su magia, entre suspiros de admiradoras desengañadas, y gritos histéricos que fueron atenuándose?

¿Se habrá esfumado su brillo, mientras el arco iris esperaba en una vieja vidriera?

Los recuerdos que se desanudan en alguna mente, y echan a andar estas tristes anécdotas.